Hay síndromes más conocidos como el de Estocolmo o Diógenes, pero hay otros que son menos comunes, que aún afectan a más personas de las que crees.
Hoy en día, la mente humana sigue siendo uno de los mayores factores desconocidos del mundo. Delirio, estados disociativos, experiencias abrumadoras, cambios en el cerebro… la lista continúa. Hay muchos trastornos mentales extraños y poco conocidos.
Por inquietante que pueda resultar interesante, la mente humana tiene la capacidad de fascinarnos y pensar en algo tan maravilloso, infinito y asombroso. Aún así, aunque la mayoría de la gente ha oído hablar de trastornos mentales como la esquizofrenia y el trastorno obsesivo compulsivo, existe una larga lista de otros trastornos mentales que son muy extraños e inusuales.
En el artículo de hoy hablaremos sobre una lista de trastornos mentales menos comunes que aún afectan a la gente común.
Trastornos mentales extraños y poco conocidos:
Síndrome de Capgras
La víctima está completamente convencida de que alguien cercano a él ha sido reemplazado por un estafador idéntico. Este tipo de delirio es más común en las personas con esquizofrenia, aunque también se produce en pacientes con demencia, epilepsia , lesiones o la cabeza.

2. Síndrome de Fregoli
Esto es lo opuesto al síndrome de Capgras. En el caso del síndrome de Fregoli, quien lo padece cree que diferentes personas son en realidad la misma persona que es capaz de cambiar su apariencia y que fingen ser diferentes.

Síndrome de Cotards
La persona afectada tiene la ilusión de que está muerta y no existe. Creen que su cuerpo se está pudriendo o que han perdido toda su sangre u órganos internos. Se observa con mayor frecuencia en pacientes con depresión psicótica o esquizofrenia.

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4. Paramnesia
Este trastorno se caracteriza por la ilusión de que se ha copiado un lugar , de que hay dos copias del mismo lugar al mismo tiempo. Por ejemplo, un paciente puede creer que el hospital donde vive ha sido copiado y también existe en otro lugar. Es como si sintieran que están experimentando mundos paralelos.
5. Síndrome de la mano alienígena
Las personas que padecen este trastorno creen que su mano no les pertenece, sino que se controla a sí misma. A veces, las personas con síndrome de la mano alienígena piensan que han sido poseídas por un espíritu o algo similar. Esto suele ocurrir en personas que han sufrido una lesión en el cuerpo calloso, que es el que conecta las dos mitades del cerebro.

6. Micropsia o Macropsia
Se trata de una afección neurológica en la que se distorsiona la percepción de imágenes, espacio y tiempo. El síntoma más perturbador son los cambios en las imágenes corporales, porque el paciente puede confundirse con el tamaño y la forma de sus propias partes del cuerpo. Esto conduce a un miedo y una ansiedad muy reales.
Se asocia más comúnmente con migrañas, tumores cerebrales, uso de drogas e infecciones. El mejor tratamiento es el reposo. A veces también se lo conoce como “Síndrome de Alicia en el país de las maravillas”.
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7. Síndrome de Jerusalén
El síndrome de Jerusalén se caracteriza por la presencia de ideas compulsivas, delirios u otros temas relacionados con experiencias religiosas. Son provocados por una visita a la ciudad de Jerusalén.
El síndrome no se limita a ninguna religión en particular, y a menudo ocurre en personas que tienen antecedentes de enfermedad mental antes de su estadía en Jerusalén. Los delirios u obsesiones tienden a desaparecer después de estar fuera del área durante varios días.
8. Síndrome de Paris
El síndrome de París se ha observado en ciudadanos japoneses que visitan la capital francesa. A menudo sufren un ataque de nervios durante la visita, pero también se ha observado en turistas japoneses en otras partes del mundo.
Parece ser un caso severo de choque cultural, que lleva a síntomas físicos y emocionales de ansiedad , que incluyen pérdida de la realidad, delirios, alucinaciones y más.
De los seis millones de turistas japoneses que visitan París cada año, solo unos 20 se ven afectados. Los posibles desencadenantes pueden ser la idealización, la barrera del idioma, el agotamiento físico y mental y la confrontación con hábitos culturales radicalmente diferentes.