Cólico: qué son, tipos, síntomas, causas y remedios

Cólico: que son, tipos, síntomas, causas y remedios

El término cólico significa un dolor repentino e insoportable, en algunos casos literalmente incapacitante, que puede afectar a cualquier persona perteneciente a todos los grupos de la población. Estos son dolores extremadamente agudos, que pueden tener un curso muy rápido: esto significa que la inflamación ocurre violentamente, pero en general dura del orden de segundos o minutos (generalmente no más de 2) y luego disolver lentamente. Dependiendo de dónde se concentre el cólico, toma un nombre específico.

Diferenciarlos en función de la zona afectada es fundamental ya que no existe una causa común que genere estos dolores repentinos, sino que al contrario, dependiendo del punto en el que se produzcan, pueden permitirnos investigar causas concretas.

En general, sin embargo, el cólico afecta el tejido muscular, tanto voluntario como involuntario. Los músculos, en condiciones normales, se mueven gracias a un complejo mecanismo biológico de contracción y relajación, y el cólico no es más que una contracción repentina e intensa, que genera un espasmo.

Como puede adivinar, por lo tanto, el cólico afecta el abdomen, los intestinos, los riñones, el hígado y otros tejidos. Aunque el dolor generalmente desaparece en segundos, es bueno saber que puede extenderse a las áreas circundantes e inflamar un área más grande; además, el cólico suele ir acompañado de otros fenómenos similares.

Así que aquí está todo lo que necesita saber sobre este molesto trastorno, sus causas y posibles remedios.

Cólico renal

El cólico renal es un dolor que suele manifestarse en las proximidades de la región lumbar, que también puede extenderse cerca del ombligo. Es un tipo de cólico muy violento, que algunos pacientes describen como un puñetazo o, en el peor de los casos, una puñalada.

El dolor insoportable es limitante, por decir lo mínimo, y el cólico renal generalmente se acompaña de otros fenómenos similares.

El uso de antiinflamatorios tipo AINE puede ser útil para detener el dolor, pero no actúa sobre la causa directa del problema. Es bueno tener en cuenta, de hecho, que el cólico es solo la manifestación de una incomodidad del cuerpo humano, por lo tanto, bloquear el dolor no es útil para resolver el problema.

Muchos cólicos, según el lugar donde se ubiquen (y por tanto su causa desencadenante) se acompañan de otros dolores.

El cólico renal no es una excepción: quienes padecen estos espasmos muy agudos suelen manifestar también vómitos, náuseas, taquicardia, palidez y la necesidad de orinar acompañada muchas veces de la sensación de no haber vaciado completamente la vejiga.

La principal causa del cólico renal es la presencia de cálculos. Los cálculos renales son guijarros reales, complejos de sales y minerales que completan, solidifican y obstruyen las pequeñas membranas filtrantes de los riñones.

En el peor de los casos, las piedras que se forman son tan grandes que impiden el flujo de líquido, bloqueando literalmente la micción; en otras situaciones, sin embargo, las piedras más pequeñas entran por los conductos microscópicos y, al hacer espacio en su interior, generan un dolor muy fuerte.

Las causas de los cálculos renales asociados a los cólicos son muchas: entre estas se encuentra el consumo excesivo de oxalatos, la ingesta de mucha sal, la mala hidratación y algunos factores predisponentes de carácter genético.

Cólico abdominal

Entre los diversos tipos, los abdominales se encuentran entre los más comunes. Tienen una prevalencia muy alta, ya que estos espasmos están asociados con disfunciones del sistema digestivo, y la simple indigestión también puede estar entre las causas.

Como se mencionó en un artículo escrito anteriormente, por lo tanto, el cólico abdominal afecta a todo el sistema digestivo: no solo al colon y, de manera más general, al intestino grueso, alrededor del cual se concentran la mayoría de los fenómenos, sino también al intestino delgado y estómago.

Al igual que con otros cólicos, el cólico abdominal también se presenta con un dolor repentino pero extremadamente intenso, que puede extenderse desde la parte inferior del abdomen hasta la espalda, la parte inferior de la espalda e incluso la ingle. Generalmente, estos cólicos tienen una duración bastante limitada, aunque pueden estar entre los más dolorosos de todos.

Estos también pueden ir acompañados de náuseas y vómitos, pero la fiebre, así como la diarrea e hinchazón prolongadas también pueden estar entre otros síntomas.

Identificar las causas de los cólicos abdominales puede ser difícil debido a la gran cantidad de factores que pueden causarlos. Entre las causas más conocidas se encuentra sin duda la enfermedad de Crohn, una inflamación intestinal crónica aún poco conocida, cuyas causas se desconocen pero que, según recientes estudios científicos, parece incrementar la predisposición al cáncer de colon.

Otras posibles causas de cólicos abdominales son la infección bacteriana (más concretamente en el caso de intoxicación alimentaria o causada por microorganismos ingeridos con los alimentos), cualquier alergia a alimentos o categorías específicas de productos, obstrucción intestinal o reducción de la superficie intestinal. Incluso el estrés y algunos tipos de hernias pueden estar entre las causas.

Por lo dicho hasta ahora, el cólico abdominal puede ser causado tanto por enfermedades que afectan al individuo como por hábitos alimentarios incorrectos.

En general, para aliviar los síntomas, es recomendable beber abundante agua, evitar alimentos y bebidas potencialmente irritantes (incluido té y café) y practicar deportes, ya que el movimiento podría estimular aún más el ciclo de contracción-relajación, amplificando el dolor de cólicos.

Diverticulosis cólico

Entre las diversas causas asociadas al cólico abdominal, existe una afección específica del colon: la diverticulosis cólica. Los divertículos son pequeñas entradas presentes en el colon, que pueden inflamarse u obstruirse, provocando no solo dolor, sino también la baja actividad de la flora bacteriana, que está fuertemente involucrada en el proceso de digestión (y no solo).

Cualquier inflamación o perforación de estas inflexiones provoca un dolor muy intenso, al que se debe prestar especial atención. Además del cólico, otros síntomas asociados con la diverticulosis cólica son heces con sangreirritabilidad y dificultad para defecar.

Cólico del recién nacido

Los bebés están llorando sin motivo aparente y sufren, probablemente, de cólicos neonatales. El cólico con la leche de fórmula es muy común, pero también es común en los bebés amamantados, y se estima que 2 de cada 5 bebés lo padecen.

Es precisamente el cólico abdominal el que afecta a los adultos, en algunos casos con la misma intensidad (lo que explica el llanto ininterrumpido), aunque las causas sean distintas.

En particular, los bebés menores de 3 meses tienen un sistema digestivo que aún no está suficientemente desarrollado, por lo que tienen dificultades para digerir alimentos complejos como la leche. Además, el reflujo gastroesofágico también parece estar asociado con el cólico neonatal.

Es difícil averiguar cómo hacer que los bebés superen los cólicos, ya que no existe una solución universalmente reconocida o única para todos, a pesar de que los pediatras de todo el mundo están trabajando para encontrar un remedio definitivo.

Cólico biliar

Este tipo de cólico también se reconoce con el nombre de cólico de vesícula biliar. Se trata de dolores que afectan al hígado, por tanto a la zona lumbar, provocados también en este caso por la posible presencia de sales.

En concreto, los cólicos biliares, sin embargo, estos son provocados por aglomeraciones de exceso de colesterol, que bloquean la actividad hepática, lo que representa una amenaza muy grave. Además, distinguir el cólico biliar del renal es simple: mientras que en el segundo caso el dolor tiende a disminuir, cuando el dolor golpea el hígado el espasmo es ascendente y se extiende hacia los hombros.

El cólico biliar también puede ir acompañado de síntomas específicos, como fiebre, vómitos y náuseas. En particular, no se debe subestimar la fiebre: si se presenta en conjunto con un cólico biliar, es bueno intervenir de manera adecuada ya que la alta temperatura se asocia con una inflamación en curso, lo que podría indicar la perforación de los conductos que llevan el bilis al intestino, lo que sería una complicación muy peligrosa. Otro síntoma típicamente asociado con el cólico biliar es la diarrea prolongada de color claro.

Sin embargo, específicamente, ¿cuáles son las causas del cólico biliar? Como puede verse por la causa desencadenante del problema, que es el exceso de colesterol, la razón fundamental por la que se producen estos dolores es la mala alimentación. Seguir un estilo de vida inactivo, comer muchas grasas y pocas verduras puede provocar una acumulación de colesterol en la sangre y en el hígado, provocando la aparición de cólicos biliares, además de otras disfunciones.

Cólico ovárico

Muchas mujeres se quejan de dolor en las proximidades de los ovarios, que en algunos casos se identifican como cólicos. A diferencia de todos los demás presentados hasta ahora, el cólico ovárico es en algunos casos fisiológico, incluso si la sensibilidad a ellos varía de una mujer a otra. Esto se debe a que en muchos casos el cólico ovárico se percibe en medio del ciclo menstrual (si este es regular), correspondiente a la expulsión del óvulo del folículo. La razón de este dolor está relacionada con la actividad del folículo, que se agranda y entra en contacto con un denso complejo de nervios y luego se relaja después de unos días.

Incluso durante el embarazo, el cólico ovárico puede considerarse bastante común, especialmente en los primeros meses: la implantación del feto en el útero y su posterior crecimiento provocan cierta presión sobre los ovarios, provocando así la percepción de dolor. Cuando el cólico ovárico no se presenta ni durante el embarazo ni en la mitad de su ciclo menstrual, es bueno consultar a un especialista.

Entre las otras causas de cólico ovárico, de hecho, puede haber quistes, así como formaciones neoplásicas que necesitan tratamiento inmediato. En muchos casos, sin embargo, el cólico ovárico no fisiológico se asocia erróneamente con este tejido, como puede ser lumbago, apendicitis o cólico intestinal, que se expanden y alcanzan el órgano reproductor, dando la impresión de que es el origen.

Finalmente, existen otras patologías o problemas relacionados con el cólico ovárico, y lamentablemente entre estos se encuentran un aborto espontáneo, un embarazo ectópico o una endometritis.

Muchos de estos fenómenos no están directamente asociados con un mal hábito o un comportamiento particular, por lo que no se pueden predecir. La única solución para minimizar la probabilidad de encontrarse con una de estas causas de cólico ovárico es seguir un estilo de vida saludable y activo, comer bien y evitar las fuentes de estrés tanto como sea posible.

Preguntas frecuentes FAQ

✅ ¿Qué son los cólicos?

Se trata de dolores muy agudos, de duración variable pero generalmente cortos e intermitentes, que afectan a diversos tejidos.

✅ ¿Por qué surgen los cólicos?

El cólico es la manifestación de un problema por parte del cuerpo, por lo que es necesario identificar la zona afectada para poder rastrear las causas.

✅ ¿Cómo se puede reconocer el cólico?

El cólico se reconoce porque tiene un curso muy rápido, con un dolor de intensidad media a alta.

✅ ¿Cuándo debería preocuparse por los cólicos?

El cólico es preocupante si es frecuente y está asociado a otros síntomas, relacionados con el área específica en la que ocurren.

✅ ¿Qué tomar para los cólicos?

Para bloquear el dolor es posible recurrir a antiinflamatorios no esteroideos; Sin embargo, recuerde que estos medicamentos eliminan el dolor pero no actúan sobre la causa.

✅ ¿Cuándo pasa el cólico?

La duración de un cólico suele ser muy corta, pero estos pueden ser intermitentes, por lo que estos espasmos pueden durar horas.

✅ ¿Qué hacer para los cólicos?

En primer lugar, es necesario visitar a un médico, ubicarlos exactamente y luego contactar a un especialista para tratar la causa desencadenante.

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