Cólico abdominal: qué son, síntomas, causas y remedios
¿Qué son los cólicos abdominales?
Los cólicos son espasmos musculares repentinos, de dolores muy intensos, que pueden afectar a diversas zonas del cuerpo, en particular, el cólico abdominal que afecta precisamente a la zona del abdomen. El origen del dolor suele ser el intestino grueso, especialmente la zona del colon, aunque los espasmos dolorosos pueden afectar cualquier punto.
Los calambres abdominales suelen ser muy intensos pero de corta duración, con un período de tiempo que incluye contracción y relajación de muy pocos momentos. No se puede descartar que, a partir del primero, pueda haber varios cólicos abdominales, posiblemente incluso más intensos que el anterior.
Como ya se mencionó, lo que causa el dolor es una contracción repentina e incontrolada del músculo liso (por lo tanto involuntaria), que puede ser causada por varios factores.
Los síntomas asociados con el cólico abdominal
El espasmo repentino e intenso es sin duda el síntoma principal del cólico abdominal, aunque no es el único. De hecho, el dolor se puede combinar con otras manifestaciones, por lo que deben considerarse normales si padece calambres.
Entre estas manifestaciones, por ejemplo, se encuentra la sudoración copiosa, especialmente común cuando el calambre es de naturaleza intestinal y digestiva; en casos de inflamación más grave, no se pueden excluir síntomas como fiebre y náuseas, vómitos o diarrea.
Otros síntomas asociados al cólico abdominal, que pueden ayudar a comprender la causa, son el meteorismo y las flatulencias, y en ocasiones es posible escuchar retumbos en las cercanías de la zona afectada, además de notar una rigidez neta de los músculos.
Cólico abdominal: Causas
Las causas potenciales de los cólicos abdominales son muchas y no siempre es fácil destacarlas. Una forma de tratar de identificar la causa del cólico abdominal es intentar identificar el punto exacto de donde proviene, aunque esto no siempre es posible, porque la concentración tiende a disminuir cuando el dolor se vuelve demasiado intenso (es decir, cuando se alcanza el pico de máxima contracción muscular).
Una de las principales causas de los calambres abdominales es la nutrición. Debajo de la epidermis y los músculos que recubren el abdomen, de hecho, hay un órgano hueco, dividido en varias secciones, que es el intestino.
Cuando durante la fase de digestión (que involucra activamente a las células de este órgano, que deben absorber los nutrientes de los alimentos previamente introducidos y neutralizados) algo sale mal, se pueden generar inflamaciones locales bastante importantes, que se manifiestan con cólico abdominal.
Esta es sin duda una de las situaciones que se presentan con mayor frecuencia, pero ciertamente no es la única, porque los calambres también pueden ser causados por oclusiones del intestino, que dificultan materialmente el paso de lo ingerido; a su vez, esta situación es atribuible a causas de distinta índole, que exigen una minuciosa visita al especialista (entre ellas se encuentran, por ejemplo, enfermedades comunes como la diverticulitis, pero también patologías más graves).
Entre las causas de los espasmos abdominales vinculados a fenómenos digestivos, cabe mencionar la enfermedad de Crohn, cuyas causas aún no se conocen bien. Sin duda es una enfermedad autoinmune, que puede afectar varios puntos del sistema digestivo y causar síntomas muy severos, entre ellos el cólico abdominal; los fenómenos inflamatorios, en este caso, suelen estar estimulados por el consumo de algunos alimentos, entre ellos el café.
Incluso determinadas alergias pueden provocar calambres abdominales Quien, por ejemplo, es intolerante a la lactosa, puede encontrar manifestaciones de este tipo si consume alimentos que la contienen. Lo mismo se aplica también a las personas celíacas, por lo que el gluten representa el factor de activación de la inflamación.
Los calambres, además, pueden ser provocados por una simple indigestión, provocada por el consumo desproporcionado de alimentos no combinados o demasiado complejos para ser digeridos fácilmente, y cada vez son más los estudios que muestran cierta correlación de la manifestación con el estrés psicofísico.
Sin embargo, no se puede descartar el efecto de consumir alimentos en mal estado: si los alimentos no se almacenan de la forma adecuada, pueden desarrollarse algunos microorganismos patógenos como Salmonella enterica o Bacillus cereus, que provocan una inflamación prolongada en el tiempo, acompañada de calambres y de cualquier descarga diarreica.
En los recién nacidos, además, son habituales los denominados “cólicos”: estos dolores que percibe el niño -y que pueden provocar un llanto aparentemente desmotivado- son provocados por el limitado desarrollo fisiológico del tracto gastrointestinal, que impide la completa digestión de un alimento complejo como la leche materna. Esta es una condición absolutamente normal y la consulta con el pediatra solo puede tener un propósito tranquilizador.
Cólico abdominal en el embarazo
El cólico abdominal en el embarazo puede ser causado por todos los factores descritos anteriormente, pero dada la condición particular de las pacientes conviene hacer más aclaraciones. Aunque el cólico abdominal a menudo no está relacionado con el feto, hay casos en los que esto puede suceder.
En el caso de que se produzca dolor en el primer trimestre, por ejemplo, los espasmos podrían ser indicativos de un embarazo ectópico, o de un aborto espontáneo (en este caso, es recomendable comprobar la pérdida de sangre y en todo caso contactar con un médico) en el segundo trimestre, la probabilidad de un aborto espontáneo se reduce, pero el cólico abdominal puede ser causado por desprendimiento de placenta o preparación del organismo para el parto.
Cólico abdominal: Todos los remedios
En cuanto a las estrategias de resolución del cólico abdominal, conviene distinguirlas en diferentes categorías. De hecho, se pueden adoptar soluciones a corto plazo, dirigidas exclusivamente a aliviar el dolor, así como remedios a largo plazo, cuya finalidad principal es actuar sobre la causa desencadenante de la inflamación. A estos, entonces, se suman los hábitos correctos, con fines puramente preventivos.
Remedios naturales
Entre las soluciones que se pueden adoptar de inmediato se encuentra, por ejemplo, el uso de la técnica respiratoria. Cuando sientes el dolor provocado por la contracción, por lo tanto, es recomendable respirar profundamente, inhalando con la nariz y exhalando con la boca. Esta técnica tiene como principal objetivo relajar la mente y el cuerpo, contrarrestar la contracción y el dolor asociado.
Si el dolor es causado por indigestión, es necesario controlar la inflamación con un remedio de largo alcance; la solución ideal en este caso son las decocciones, con el contenido de regaliz, malva y otras esencias capaz de calmar la inflamación y facilitar el tránsito intestinal. En casos concretos, sin embargo, es recomendable consultar a un médico para poder adoptar el remedio, natural o no, más adecuado al caso concreto.
Medicamentos
Hay varios medicamentos que se pueden tomar en el momento del calambre para aliviar el dolor; las drogas en cuestión pertenecen a la categoría de antiespasmódicos, cuyo objetivo es bloquear inmediatamente la manifestación.
A largo plazo, en cambio, es posible actuar tomando antiinflamatorios, así como antibióticos (si la causa del cólico abdominal es bacteriana). En cualquier caso, es recomendable consultar a un médico para obtener información más específica sobre el medicamento más adecuado para su caso.
Cólico abdominal: Qué comer
Lo que permite prevenir la manifestación del cólico abdominal es sin duda una dieta correcta, que favorece el tránsito intestinal y aporta al organismo todo lo necesario para poder ingerir nutrientes. En este sentido, las frutas y verduras en grandes cantidades no deben faltar en la dieta.
Estas dos clases de alimentos, de hecho, aportan al organismo una gran cantidad de fibras solubles, que regulan la defecación, favorecen la “buena” microbiota y previenen cualquier tipo de obstrucción.
Las frutas y hortalizas se combinan luego con cereales integrales, ricos en salvado, que actúa como soporte de la actividad de las fibras solubles. No olvide beber mucha agua, ya que sin él ninguno de los componentes alimentarios descritos anteriormente tiene la posibilidad de actuar adecuadamente.
Evidentemente, tener un estilo de vida activo (que favorezca la liberación de moléculas antiestrés a la sangre) y limitar la tensión psicológica con técnicas de meditación o actividades ad hoc (incluido el yoga) son soluciones que, a largo plazo, disminuyen drásticamente la probabilidad de sufrir un cólico abdominal.