Moringa: Propiedades, beneficios, usos y contraindicaciones
Qué es moringa
Moringa, desde un punto de vista puramente botánico, es un género de plantas perteneciente a la familia Moringaceae. De hecho, el término común “moringa” se refiere a una especie en particular, a saber, Moringa oleifera Lam.
Típica de los territorios indios cercanos al Himalaya, la moringa parece un arbusto que puede alcanzar varios metros de altura. Las plantas comunes tienen una altura entre 4 y 7 metros, pero se conocen ejemplares de esta especie que han alcanzado los 10 metros de altura. Su tronco está ramificado en la base, que es suave al tacto, casi esponjoso. Las hojas, generalmente pequeñas y con una característica forma ovalada, tienen un color verde brillante en la parte expuesta al sol y verde pálido en la sombra. En lugares más cálidos, como en el interior de la India, puede florecer hasta 3 veces al año.
Sus flores son pequeñas y blancas, mientras que los frutos, una vez maduros, adquieren una consistencia leñosa. Todas las partes de la planta son comestibles y se utilizan ampliamente en la India. Hace siglos, los habitantes de la región creían que el arbusto tenía propiedades milagrosas, tanto que le dieron el sobrenombre de “árbol de los milagros“.
Entre sus funciones más importantes, además de las cosméticas y alimentarias, se encuentra la de floculante. De hecho, cerca del Nilo, la planta fue ampliamente utilizada para la purificación de agua para consumo humano.
Su cultivo es bastante sencillo: la planta no tiene necesidades nutricionales particulares y no requiere cuidados especiales durante su vida; por si fuera poco, es capaz de resistir bien la sequía, característica que le ha permitido adaptarse bien a las zonas tropicales típicas de India y Egipto.
Moringa: todas sus propiedades beneficiosas
Las propiedades de la moringa son múltiples. Como ya se mencionó, sin duda lo que más merecen atención son sus propiedades nutricionales. De hecho, la moringa se utiliza ahora como fuente de sustento para las poblaciones subdesarrolladas, donde faltan alimentos y la desnutrición es rampante.
Las propiedades de la moringa difieren según la parte de la planta que se analiza. Por ejemplo, sobre las hojas se sabe que tienen altas concentraciones de vitaminas altamente biodisponibles.
Entre ellas se encuentran casi todas las vitaminas del grupo B (a excepción de la B12) y altas concentraciones de Vitamina C, claramente superiores a las típicas de la naranja. Además, no faltan los carotenoides y la provitamina A, así como un grupo de minerales esenciales para el sustento del organismo, entre los que se encuentran el zinc, calcio, hierro, sodio y potasio, además del magnesio.
Además, las hojas son ricas en aminoácidos esenciales, es decir, que el cuerpo humano es incapaz de sintetizar de forma independiente, lo que las hace especialmente nutritivas.
Las vainas de moringa, cuando no están maduras, se cosechan y se utilizan como otras legumbres en la dieta. Lo que los distingue, en este caso, no es el alto porcentaje de proteínas, sino las fibras insolubles que aportan, así como el manganeso, que en cambio está ausente en las hojas.
De las semillas de moringa, sin embargo, se extrae el conocido aceite Behen, utilizado en cosmética para realizar masajes delicados y relajantes. El aceite extraído de las semillas de moringa, cuando no está refinado, también es apto para el consumo humano; se caracteriza por un regusto dulce, y desde el punto de vista nutricional es rico en ácidos grasos insaturados, dominando el oleico (ácido graso en aceite de oliva virgen extra) sobre todos los demás.
Además, desde un punto de vista funcional, la moringa ha mostrado múltiples efectos positivos para la salud humana. En particular, la alta concentración de polifenoles, incluidos los flavonoides, confiere a las hojas de la planta notables propiedades antioxidantes.
Además, los minerales y otros compuestos secundarios presentes en pequeñas concentraciones hacen que la moringa actúe como un antibiótico natural, ya que es activa primero contra las bacterias Gram positivas y contra las Gram negativas en segundo lugar. Además, a la planta se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antitumorales, aunque son necesarios más estudios sobre estas características para confirmar su presencia.
Además, la moringa tiene propiedades hipocolesterolémicas e hipoglucemiantes, por lo que estimula la reducción de los niveles de insulina en sangre, previniendo todos los problemas relacionados con esta patología específica. Además, la presencia de grasas omega 3, 6 y 9 reduce la acumulación de lípidos en muchas áreas.
Los usos de la moringa
Como planta tropical, la moringa no es apta para su cultivo en España, ya que el clima templado no le permite vivir en ese país. En India, así como en todos los demás lugares donde la planta puede crecer sin problemas, sus usos son múltiples.
Las hojas, por ejemplo, se cortan finamente para producir un polvo verde fino y se utilizan como aromatizante o condimento en numerosos platos; también se puede obtener el mismo resultado deshidratando las hojas por adelantado.
Con las hojas de moringa, los habitantes de los países asiáticos se utilizan para preparar sopas, así como salsas y cremas de todo tipo. Las hojas picadas y secas, así como posiblemente fermentadas, también se utilizan para hacer infusiones.
Según numerosos estudios, sus propiedades son similares a las del té matcha, de origen japonés. Las vainas se recogen y se hierven, mientras que las semillas de la moringa se pueden guisar, tostar o someter a extracción, para obtener el aceite descrito anteriormente.
Tanto las raíces como las hojas se pican y se utilizan para dar aromas exóticos a los platos. Las flores de moringa, en cambio, se añaden a las ensaladas frescas, y de ellas también es posible obtener miel con un aroma particular y delicado.
De todos los usos que acabamos de mencionar, solo unos pocos están actualmente generalizados en España. Ciertamente, por ejemplo, han llegado al Bel Paese hojas de moringa picadas y secas, utilizadas para hacer infusiones saludables y bebidas beneficiosas; De manera similar, el aceite de semilla de moringa se usa ampliamente en cosméticos, ya que es emoliente y nutritivo.
Sin embargo, como ya se mencionó, en España no es posible encontrar toda la planta de moringa, por lo que por el momento las vainas, raíces y tallo no se utilizan mucho.
Complementos alimenticios a base de moringa
Sin embargo, la moringa, o más bien sus hojas, se utilizan mucho en la formulación de complementos alimenticios específicos. La razón de esta elección pronto se explica por las propiedades nutritivas de las hojas de esta planta, descritas detalladamente anteriormente.
Los suplementos de moringa, utilizados para ejercer un efecto antioxidante o para introducir nutrientes que faltan en la dieta, se presentan en diferentes formas. Una de las formas más habituales es sin duda el polvo: en este caso, la moringa en polvo, de color verde y con un sabor ligeramente picante, se puede añadir a bebidas o batidos, siguiendo meticulosamente las dosis recomendadas por el fabricante.
Sin embargo, los suplementos de moringa también están disponibles en forma de cápsulas como Morithin 500. El objetivo de esta diferente forma de ingesta es doble, y consiste no solo en disimular aromas exóticos que pueden no agradar al paladar de todos, sino también en modular la liberación de nutrientes, para prolongar el efecto beneficioso de los ingredientes activos contenidos en el suplemento.
Recuerde, sin embargo, que los complementos alimenticios no están pensados como sustitutos de las comidas, sino como aliados de una dieta variada y equilibrada.
Moringa: Todas las contraindicaciones
Al ser un alimento relativamente nuevo para la población Español, de momento no es posible decir con certeza la ausencia de efectos secundarios.
Sin embargo, las investigaciones científicas han hecho importantes avances en esta dirección, ya que se ha encontrado que el consumo excesivo de raíces de moringa provoca náuseas, vómitos y otros síntomas desagradables debido a la presencia de un alcaloide, la espiroquina, capaz de dificultar la transmisión de impulsos nerviosos.
Además, a pesar de su amplio uso como nutriente para poblaciones subdesarrolladas, no se puede excluir que la moringa tenga efectos secundarios en los hombres, con especial referencia a las alergias.
Además, se han publicado algunos estudios en la literatura científica que demuestran el efecto abortivo de las raíces y otras partes de la planta; a la espera de mayor confirmación o denegación, por lo que se recomienda como medida de precaución a las mujeres en embarazo de no consumir moringa.
El consumo de moringa también debe controlarse en el caso de tomar drogas: se sabe, de hecho, que los compuestos químicos contenidos en esta planta pueden interferir en el funcionamiento del citocromo P450, inhibiendo su actividad.
En el caso de que esté tomando medicamentos, pero más generalmente como precaución, es muy recomendable que consulte a su médico antes de tomar extractos o suplementos de moringa.